Fibrosis quística: síntomas y tratamiento natural
noviembre 27, 2024 2024-11-27 13:19Fibrosis quística: síntomas y tratamiento natural
Fibrosis quística: síntomas y tratamiento natural
Youngvital para la fibrosis quística
Tratamiento y remedio natural complementario. Se puede o debe usar conjuntamente con la medicación farmacológica que toque en cada patología
¿Qué es la fibrosis quística?
Catalogada como una crónica y hereditaria, la fibrosis quística se presenta como una enfermedad degenerativa que afecta principalmente a los pulmones y al sistema digestivo que afecta a aproximadamente 70.000 personas en Norteamérica, Europa y Australia, siendo alrededor de unos 4.000 pacientes los afectados por este mal en España.
Con una especial afectación a la raza blanca se trata de una patología compleja, que afecta al mismo tiempo a distintos órganos del cuerpo, si bien esta se manifiesta de diferentes formas y en distintos grados en cada paciente. De entre todos, los problemas relacionados con los pulmones son los más graves deteriorando el tejido pulmonar y siendo necesario en ocasiones el trasplante.
Los especialistas hablan de tres tipos de fibrosis quística como son las que están relacionadas con la actividad pulmonar y que puede ser leve, moderada o gave; la relacionada con la actividad del páncreas que puede desembocar en una insuficiencia de este órgano y por último las mutaciones relacionadas con las alteraciones producidas en la proteína CFTR.
En relación a las causas, la aparición de la fibrosis quística se debe a la falta de regulación del transporte de cloruro en los pulmones, el páncreas, el tracto intestinal, el tracto biliar, las glándulas sudoríparas y el tracto reproductivo, produciéndose una patología multisistémica y cuya afectación va más allá de la pulmonar.
En el capítulo de los síntomas, si bien estos puede empezar de muy distinta forma, existen cinco que destacar por encima del resto y que, en el caso de combinarse, servirían de alerta para avisarnos de que es posible que estemos afectados por esta enfermedad.
El primero de ellos es la aparición de sudor salado. La afectación de las glándulas sudoríparas produce este efecto que se hace especialmente manifiesto durante las épocas de más calor.
El segundo serían aquellos síntomas que están relacionados con los pulmones como pueden ser las constantes infecciones de las vías respiratorias o la aparición de tos con flemas.
El tercero serían los síntomas nasales con la aparición de rinitis, sinusitis y otras inflamaciones de las vías respiratorias.
El cuarto serían los síntomas digestivos, ya que en muchos de los pacientes se hallan problemas en el páncreas y una mala absorción de las grasas que puede desembocar en una diabetes que supondría una agravamiento de la enfermedad.
El quinto y último está relacionado con la infertilidad en los hombres y una disminución notable en este asunto en el caso de las mujeres.
Diagnóstico de la fibrosis quística
Como sucede en otras enfermedades graves, en la fibrosis quística es también importantísimo que se produzca un diagnóstico en las primeras fases de la enfermedad, por lo que ante la aparición de los primeros síntomas es capital acudir a un centro médico para ser examinado por un especialista.
Así pues, aquellos pacientes diagnosticados en una fase inicial acaban desarrollando una mejor calidad de vida que los enfermos catalogados como tal en fases más avanzadas.
En cuanto al diagnóstico, el mejor sistema para detectar la fibrosis quística es el cribado neonatal que se realiza a través de un análisis de sangre a los recién nacidos. No obstante, este sistema no está implantado en todas las regiones.
Ya en adultos, existen otro tipo de pruebas, además del análisis sanguíneo como son la prueba de sudor y la realización de otras pruebas complementarias relacionadas con la búsqueda de mutaciones genéticas relacionadas con la fibrosis quística.
Una vez confirmado el diagnóstico los pacientes tienen que realizarse pruebas periódicas para revisar la actividad de las vías respiratorias, del sistema digestivo, diabetes y que detecten posibles alteraciones nutricionales y óseas y comprobar así cuál es el estado y avance la enfermedad.
Tratamiento de la fibrosis quística
Ya centrándonos en el tratamiento hay que partir de una realidad que es que, a día de hoy, nos encontramos ante una enfermedad incurable, por lo que todos los tratamientos existentes en estos momentos están destinados a paliar los síntomas de la enfermedad.
En este sentido, las investigaciones no cesan en busca de nuevos tratamientos y remedios encaminados a mejorar la vida de los pacientes de fibrosis quística.
Al tratarse de una enfermedad compleja, los tratamientos existentes en este sentido existentes son igual de complejos siendo necesaria una atención especial a través de las Unidades de Fibrosis Quísticas de cada centro de salud.
Como venimos advirtiendo, el diagnóstico temprano es de gran ayuda para iniciar cuanto antes con el tratamiento ya que cuanto antes comience este mayor será la calidad de vida del enfermo, así como su esperanza de vida. Las revisiones periódicas de pulmones o grasa son algunas de las que serán fijas.
Así pues, durante el tratamiento se exige a los pacientes que estos tengan mucha disciplina, lo que también afecta a los familiares que tendrán, en la mayoría de los casos, adaptar su vida a los planes marcados por el equipo médico para el tratamiento del enfermo.
Partiendo de que cada enfermo de fibrosis quística está afectado en un grado y en unos órganos distintos no existe un tratamiento estándar siendo este determinado ‘ad hoc’ por parte del médico especialista quien podrá ir variándolo en función de la evolución de la enfermedad.
Dicho esto, los tratamientos más habituales que se emplean para la fibrosis quística en cada caso son:
Para paliar los problemas respiratorios, la fisioterapia respiratoria, el ejercicio físico, la ingesta de antibióticos y de sustancias mucolíticas e hipoertónicas.
Para mejorar los trastornos digestivos el consumo de enzimas pancreáticas y de suplementos vitamínicos, además de insulina cuanto sea oportuno.
También es habitual la inclusión de la terapia protéica potenciando y corriendo la proteína CFTR.
Por último, encontramos la terapia génica, cuyo tratamiento se encuentra todavía en fase de estudio para determinar cuál es el grado de eficacia y que se puede encontrar a modo experimental en varios centros.
En cuando a la esperanza de vida, esta todavía es muy baja situándose alrededor de los 40 años en los enfermos de fibrosis quística, si bien en aquellos pacientes afectados en el sistema pulmonar, el trasplante se presenta como uno de los tratamientos que prolonga y mejora la vida de los pacientes.